María
Macharelli es madre de dos adolescentes, esposa, psicóloga y profesora de
Música.
María
José está casada hace 20 años con Javier quien es docente. Empezó a correr por
y con él. Hace diez que no suelta el acelerador. Es única en San Luis. A veces
entrena o compite enlazada junto a otros guías o atletas. El acompañamiento
exige mucha química por eso Macharelli siempre entabla amistad. La primera vez
corrió en Sampacho cinco kilómetros de noche y con lluvia, acompañada por su
hija. María José es madre de dos adolescentes, psicóloga, profesora de Música y
cumplirá 42. Rompe cualquier molde: no usa anteojos negros, ni bastón y su
perseverante tono alegre transmite vitalidad.
La
carrera más desafiante que le tocó -cuenta luego de abrir la persiana americana
de su nuevo consultorio durante la siesta- fue de 42 kilómetros en Buenos
Aires. Pero como experiencia extraordinaria ella entrona a los 100 km desde
Villa la Angostura a San Martín de los Andes, llamada la carrera de los siete
lagos. En esa competencia integró un equipo de cinco no videntes con guías y
corrieron 20 km cada uno. Macharelli ahora se prepara para repetir la hazaña.
Dentro y fuera de las pistas asegura que se olvida que no ve. Quien la conoce,
también.
A los
18 se vino para San Luis. Nació en Pellegrini, provincia de Buenos Aires, cerca
La Pampa. De nacimiento sufrió retinosis pigmentaria pero perdió la vista
aproximadamente cuando comenzó a correr. Sabe que, como en tantas disciplinas,
mezclar a ciegos totales con disminuidos visuales no es equitativo, ya que
éstos aún ven.
Hasta
los 15, María José estuvo en crisis y enojada con su enfermedad. De pronto hizo
click.
_
¿Recuerda exactamente cuándo hizo click?
_ Un
día mi hermano no me quiso acompañar a salir y mi papá lo castigó mucho.
Entonces dije “basta”, me pregunté para qué estoy acá y cuál es mi misión. Y
empecé a amigarme con la enfermedad y a manejarme de otra manera porque en mi
casa me sobreprotegían un montón.
_ ¿Y
cuál es su misión?
_ Mi
tesis de Psicología la hice para ayudar a las familias de chicos con
discapacidad, para que los padres no discapaciten a sus hijos más que la propia
enfermedad. Porque, a veces, las familias desde la sobreprotección incapacitan
a que los chicos puedan desarrollarse.
María
José indica que sin una red de contención social y familiar ella no hubiera
podido desarrollarse. “Yo estoy acá, y soy quien soy no solo por mérito mío,
sino porque tuve unos padres que apostaron en un montón de cosas, y lucharon
para que yo no fuese a una escuela especial, porque ahí antes se educaba en
función de la discapacidad”, expresa. “Conocí a un hombre maravilloso, mis
hijos, mis amigos y tengo un gran apoyo de mucha gente. Somos seres sociales y
necesitamos esa red de contención sino no podemos formar nuestra identidad,
nuestro carácter”, agrega la atleta de cabello al hombro.
Entre
sus libros preferidos, la psicóloga amante de la música latina, recomienda
“Bienvenido dolor”, de Pilar Sordo. También a Facundo Manes. Macharelli
coincide con lo que sostiene el prestigioso neurocientífico acerca del
liderazgo. “Un líder tiene que tener ciertas características. Tiene que
anticiparse al futuro, tiene que estar dispuesto a abandonar el pasado, tiene
que inspirar, motivar. Tiene que tener una gran red social y de contención”,
dijo Manes cuando visitó la provincia el año pasado.
Macharelli
corre hace diez años y lucha por la igualdad de oportunidades.
Macharelli
corre hace diez años y lucha por la igualdad de oportunidades.
_ Por
esta misión que usted tiene, ¿se considera una líder?
_Muchas
veces la gente me dice que soy un ejemplo a seguir pero en realidad todos
podemos ser nuestros propios líderes. El tema es que tengo una energía
diferente a otras personas, que me hace ir siempre para adelante. Nunca me
quedo enganchada con el pasado. Siempre disfruto el presente. Me centro en lo
que está pasando ahora. Porque el presente es lo único que nos da la fuerza
para que pueda o no haber un futuro, porque dentro de diez minutos no sabemos
lo que puede pasar, entonces disfruto muchísimo de las cosas.
_ ¿Esa
energía siempre estuvo en usted?
_ Desde
que me hizo el click creo. Empecé a ver la vida de otra forma. Empiezo el día
siendo muy agradecida. No pienso en lo que no tengo sino en lo que tengo,
porque cuando uno ve lo que tiene es mucho más que lo que no tiene. Tenemos
cinco sentidos y a mí me falta uno, uno en cinco no es mucho.
La
atleta dice que no sirve llenarse de incertidumbres. “Veo que mucha gente
espera que la motivación le venga del afuera, y a veces es necesario tener
motivación externa, pero la más genuina es la interna, la que yo le pongo todos
los días. A veces, a la gente se le va la vida luchando por algo que en
realidad ni siquiera era su propia meta. Por eso está bueno tener un proyecto
de vida. Uno tiene que organizar su vida en función de los recursos que tiene y
saber exactamente dónde uno quiere llegar”, sostiene.
_ ¿Esa
energía es espiritual?
-- Es un
poco de todo. Creo en dios. No soy demasiado practicante, pero creo mucho en mí
y tengo mucha convicción. Las cosas que quiero son un desafío. Alguien me dice
que no, y no voy a parar hasta conseguirlo, si evalúo y tengo las herramientas
y los recursos para hacerlo.
María
José todavía recuerda su pionero inicio en la docencia. “Era un acto público.
Cuando voy a tomar cargos, empiezo a caminar en el piso de madera y se hizo un
silencio, y se escuchaba ‘ay dios mío esta mujer no ve’, ‘ay espero que no vaya
a mi escuela’, decían algunos directivos. Cuando asumí, la directora de la
escuela Nº 24 me dijo: ‘No sé cómo será trabajar con una profesora ciega pero
vamos a aprender juntas, bienvenida’, relata.
_
Cumplir esta misión, ¿es sólo una cuestión de voluntad? Porque usted dice que
se despierta una energía, ¿pero depende siempre del voluntarismo o del rol
activo?
_ No
totalmente, pero tiene mucho que ver. Es difícil explicarlo. Yo cuando corro
siento que veo y creeme que es eso. No es solo voluntad. La motivación va más
allá de la voluntad. La motivación es como la nafta para el auto. Es una fuerza
que nos mueve hacia adelante, esa energía. Porque si no, a veces todos le
ponemos voluntad y con la sola voluntad no alcanza. Es alinear todo.
La
psicóloga también ha brindado capacitaciones a deportistas para los Juegos
Binacionales y fue distinguida por el Consejo Provincial de la Mujer.
_ ¿Hay
pocos atletas acá que entrenan el aspecto mental?
_ De la
totalidad de los deportistas que hay en cada disciplina yo no sé si como mucho
llegarán al 20%. Porque falta entender cómo manejar la ansiedad precompetitiva,
la motivación, el miedo a competir.
_ ¿En
la educación también se habla de esto?
_ Hay
que enseñar no solo los contenidos pedagógicos sino a manejar o entender las
emociones, ponerse en el lugar del otro, cómo manejar el dolor o la pérdida de
algún familiar.
_Habla
de entrenamiento mental tanto en el deporte como en las escuelas, ¿y la
intuición qué lugar ocupa?
_Es
importante pero no es lo único. También la experiencia, la parte psicométrica,
la observación. Aunque no vea, observo mucho a mis pacientes, que me dicen que
tengo mucha intuición.
_ ¿Cree
que todas las personas tienen esta capacidad para conectarse con ese sexto
sentido?
_Todas
no.
_ ¿No
se entrena?
_Se
puede entrenar, pero primero hay que saber que es útil e importante. Lo que
pasa es que lo emocional hace un par de años se está estudiando como algo
urgente. Antes considerábamos que todo lo racional era lo importante. Antes se
decía que las emociones tenían que ver con el corazón y ahora sabemos que están
reguladas por la amígdala que está en la base del cerebro.
Para
correr, María José cuenta que utiliza técnicas de visualización, basadas en la
imaginación y en verse como protagonista de la historia que se pretende lograr.
Además, señala que puede visualizar porque ha tenido visión. A esta preparación
añade frases empoderadoras o motivadoras. “Uno decreta todos los días lo que va
a hacer. Si quiero algo seguramente lo voy a lograr, si está alineado con mis
posibilidades y herramientas”, subraya. “La creencia es muy importante y la
intencionalidad que le pongo a la palabra”, dice.
_ El
‘no puedo’ es uno de los limitantes para entrenar y el ‘no tengo tiempo’
también parece una muletilla…
_ Pero
tenemos tiempo, es cuestión de organizarse y priorizarse uno. A veces trabajo
desde las 7:00 hasta las 22:00 en horario corrido y movilizo a medio mundo,
pero me hago un tiempito para hacer algo que me guste. Nos tenemos que poner
como prioridad. Si yo no estoy bien, no puedo estar bien para mi familia, mis
amigos.
_ ¿Por
qué cree que cuesta ponerse en el lugar del prójimo?
_ En
estos últimos tiempos vivimos en una sociedad muy exitista y egoísta que nos
interesamos en lo que solo le pasa a uno. Hasta que no nos pasa, no nos damos
cuenta qué le pasa al otro.
Estamos
viviendo muy apurados, se tiende mucho hacia la competitividad. Entonces
competimos por el auto más nuevo, el trabajo mejor pago, hasta dónde estudian
los hijos. Esto nos lleva a enajenar la parte más humana que tenemos.
_ ¿En
qué se diferencia este sentido del yo como prioridad, del yo egoísta en la
sociedad que usted dice?
_Yo me
priorizo, pero en esta prioridad puedo entender las prioridades del otro, ahí
está la diferencia. Ser más flexibles, permeables, abrir nuestra cabeza que es
como un paracaídas, tenemos que poder abrirlo.
Macharelli
se negó a recibir la pensión estatal por discapacidad, incluso antes de
profesionalizarse. “No concibo la posibilidad de que me paguen por no estar
haciendo nada, porque todo es un ida y vuelta, y además eso me iba a invalidar
a mí en cosas que podía hacer. Por supuesto que entiendo que hay gente que lo
necesita porque no puede trabajar, pero en mi caso podía hacer un montón de
cosas. A veces las personas te niegan la posibilidad por miedo a lo
desconocido”, explica. Y enfatiza que volvería rechazar la pensión.
_ ¿La
categoría sigue siendo su bandera en el atletismo?
_ Sí,
ahí se me escapan todos los libros. Peleo mucho porque todos tenemos todas las
posibilidades. Igual que por ejemplo me digan convencionales corren diez y
especiales corren tres ¡ah es como si me patearan el hígado! No. Corremos todos
diez o tres. Lucho mucho por la igualdad de oportunidades.
De pie,
a su lado, en el consultorio ubicado en el Barrio El Lince, su marido Javier
comenta que hace poco realizó una presentación ante el INADI, porque para una
competencia organizada por una empresa multinacional en el folleto de promoción
difundían que capacidades especiales tendrían premio a definir.
María
José asiente, molesta.
El
domingo pasado Macharelli corrió los 15 km de New Balance, en Buenos Aires. Al
día siguiente recibió a pacientes desde las 7:00. Con el campeonato puntano en
el horizonte, actualmente entrena cuatro días a la semana en la ruta hacia
Terrazas del Portezuelo, además da clases, es madre, esposa y amiga. Su lucha
cotidiana energiza.
_ ¿Qué
es la vida?
_ Creo
que la vida es como una encomienda que nos llega y tenemos que abrirla y
empezar a desandar cada uno de los pasos, pero ir sin prisa, disfrutando cada
uno de los momentos como si fuera el único y el último, sin mirar para atrás y
sin esperar demasiado del mañana.
Fuente: AgenciaSanLuis.com