Hay hábitos simples que hacemos en automático pero por lo mismo de su sencillez, los olvidamos y creamos situaciones de peligro. Esto es lo que le sucedió a Marcelo Ojeda, un joven de 16 años.
Marcelo tenía una gripa horrible de esas que te tiran por días, no dejaba de sonarse la nariz, le lloraban los ojos y sentía que un tren le había pasado por encima, lo peor de todo es que tenía exámen de física, se sentía presionado y había estudiado poco pero no había manera de salvarse.
Poco antes del exámen, Marcelo fue a los baños del colegio, y mientras estaba sentado en el escusado, escuchó el timbre que indicaba cambio de clase. Se medio limpió y salió corriendo hacia su salón, se sonó la nariz y se limpió lo lloroso de los ojos. No contaba con que este detalle le arruinaría la vida.
Hizo el exámen confiado en que pasaría la materia y se fue a su casa a descansar. Pasados dos días, fue a la entrega de calificaciones y algo le picaba en el ojo pero no le dio importancia. Afortunadamente había pasado la materia y se sentía más relajado. Al día siguiente seguían las molestias en su ojo y notó que no dejaban de salirle lagañas.
Pensó que era lo último de su gripa pero estaba equivocado. Al día siguiente las lagañas le impedían ver, llamó a su madre y se fueron al centro de salud. Lamentablemente Marcelo fue diagnosticado con una terrible infección en los ojos que ya había afectado su vista y no podría recuperarse.
¿La causa? El haber ido al baño y no lavarse las manos, había restos de heces fecales en sus dedos y cuando se limpió lo lloroso de los ojos se provocó la infección. La gripa había bajado sus defensas y por esto la infección avanzó más rápido de lo normal.
Hoy Marcelo está aprendiendo a leer y escribir en braille.
A lavarse las manos, antes de comer y después de ir al baño, si no quieres "picazones" en el ojo.
Fuente: saludconremedios.com
Marcelo tenía una gripa horrible de esas que te tiran por días, no dejaba de sonarse la nariz, le lloraban los ojos y sentía que un tren le había pasado por encima, lo peor de todo es que tenía exámen de física, se sentía presionado y había estudiado poco pero no había manera de salvarse.
Poco antes del exámen, Marcelo fue a los baños del colegio, y mientras estaba sentado en el escusado, escuchó el timbre que indicaba cambio de clase. Se medio limpió y salió corriendo hacia su salón, se sonó la nariz y se limpió lo lloroso de los ojos. No contaba con que este detalle le arruinaría la vida.
Hizo el exámen confiado en que pasaría la materia y se fue a su casa a descansar. Pasados dos días, fue a la entrega de calificaciones y algo le picaba en el ojo pero no le dio importancia. Afortunadamente había pasado la materia y se sentía más relajado. Al día siguiente seguían las molestias en su ojo y notó que no dejaban de salirle lagañas.
Pensó que era lo último de su gripa pero estaba equivocado. Al día siguiente las lagañas le impedían ver, llamó a su madre y se fueron al centro de salud. Lamentablemente Marcelo fue diagnosticado con una terrible infección en los ojos que ya había afectado su vista y no podría recuperarse.
¿La causa? El haber ido al baño y no lavarse las manos, había restos de heces fecales en sus dedos y cuando se limpió lo lloroso de los ojos se provocó la infección. La gripa había bajado sus defensas y por esto la infección avanzó más rápido de lo normal.
Hoy Marcelo está aprendiendo a leer y escribir en braille.
A lavarse las manos, antes de comer y después de ir al baño, si no quieres "picazones" en el ojo.
Fuente: saludconremedios.com