Campus Party reúne a las mentes latinas más innovadoras, como Diego
Aguinsaca, un ecuatoriano que creó HandEyes, un radar para personas con
discapacidad visual que los ayuda a ubicarse gracias a las ondas
ultrasónicas.
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Diego Aguinsaca quiere cambiar al mundo. A sus 25 años ya ha hecho su contribución para mejorar la vida de las personas con discapacidad visual gracias a su invento HandEyes, un dispositivo que les permite hacer un mapa mental de su entorno a través de la ecolocalización.
HandEyes es un radar que detecta y ubica objetos en el espacio de forma inmediata a través de un sistema de modo escáner que ayuda a los ciegos y débiles visuales a desplazarse sin chocar gracias a la ecolocalización, esa habilidad que usan los murciélagos dentro de las cuevas para determinar la ubicación de los objetos mediante ondas sonoras.
Aguinsaca estudió ingeniería mecatrónica en la Universidad de las Fuerzas Armadas en Ecuador, de donde es originario, y ha trabajado en el desarrollo de invenciones que mejoren la calidad de vida de las personas con discapacidades físicas.El joven ya llevaba 5 años trabajando en robótica, pero un día su tío le aconsejó que comenzara a innovar en cosas que realmente hicieran un cambio en el mundo y no sólo diseñar robots para ganar competencias. En 2014, Aguisnaca y su equipo ganaron el concurso internacional de diseño de juguetes del futuro organizado por el Tecnológico de Monterrey, en México.
“Me gastaba todos mis ahorros en crear esos robots pero no generaban un cambio”, relata el emprendedor que el pasado diciembre ganó la iniciativa Una idea para cambiar la historia impulsada por History, en el marco de Campus Party 2017.Entonces buscó la forma de ayudar a las personas haciendo lo que le gustaba, robots, y fue así como descubrió que el campo de la discapacidad visual estaba poco explorado y había mucho por desarrollar.
“Estaba sorprendido de cómo muchos animales usan la ecolocalización y pensé: Si los seres humanos tenemos un cerebro más desarrollado podemos adoptar esta destreza de ecolocalizarnos y así mejorar la vida de las personas”, narra el joven que también cofundó la empresa SAIS 3D, líder en impresión 3D en Ecuador.Desde hace cuatro años Aguinsaca comenzó el proyecto junto con dos colegas ingenieros mecatrónicos: Carlos Canacuán y Fabricio Reyes, pero no fue hasta que su idea ganó en History que han tenido tiempo de desarrollarla por completo, antes sólo trabajaban algunas horas en desarrollar HandEyes.
Gracias a su experiencia en History han tenido visibilidad y con ello algunas empresas están interesadas en patrocinar el proyecto.
“Cuando le cambias la vida a las personas todos los días y todo el día, te cambia el chip y quieres seguir haciéndolo más allá del dinero”, recalca.El joven ecuatoriano asegura que “sí se pueden generar negocios con emprendimiento social que mejore la calidad de vida de las personas”. Su dispositivo podría ayudar a 285 millones de personas con discapacidad visual que existen en el mundo, según las cifras más recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Nosotros estamos buscando la manera de hacer llegar el dispositivo a las personas que lo necesitan de manera gratuita, pues el 90% de las personas con discapacidad visual no tienen posibilidad de comprarlo”, comparte el joven.De acuerdo con la OMS, aproximadamente un 90% de la carga mundial de discapacidad visual se concentra en los países de ingresos bajos.
HandEyes cuesta 150 dólares, pero para hacerlo llegar a los más pobres necesitan ayuda del gobierno de Ecuador, expresa el emprendedor. Con el apoyo del Ministerio de Salud Pública de su país y a través de venta directa a las personas que tienen el poder adquisitivo para comprarlo Aguinsaca va a comercializar dos mil dispositivos para comenzar en Ecuador.
“Después de comenzar con las ventas queremos buscar inversionistas porque a ellos les interesa que el proyecto sea redituable”, afirma el emprendedor.Los invidentes y débiles visuales que lo adquieran pueden usar este radar de distintas maneras, bien sea adherido al bastón, en la solapa de la camisa, en las gafas o incluso en una gorra. Cabe señalar que este dispositivo no sólo avisa a una persona cuando un objeto está cerca, sino que también desarrolla su capacidad de percibir sonidos en el entorno.
- La musaA Aguinsaca le inspira que la gente cambie su vida con su producto, eso lo llena de alegría. “Por coincidencia una persona ciega que visitó el stand de History, en Campus Party, probó el prototipo y dijo: ‘¿dónde lo compro?’”, comparte Diego.Luego de haber ganado el concurso Una idea para cambiar la historia, Diego y su equipo se han convertido en una musa para los demás jóvenes ecuatorianos. Además, el gobierno de Ecuador ha lanzado varias iniciativas para apoyar el emprendimiento en los últimos años.
“En las incubadoras de emprendimientos lo más importante fue la transformación de la mentalidad, pues antes si una persona estaba emprendiendo, era mal vista. La gente decía: ‘seguro este es desempleado’”, dice Aguinsaca.Querer emprender se volvió como una epidemia entre los jóvenes, prosigue el ecuatoriano, y ahora saben que arriesgarse a hacerlo cambia la historia del país al generar empleos.
Sin embargo, la mayoría de los jóvenes quieren emprender en cosas que están de moda, como las aplicaciones de los smartphone, la realidad virtual, pero por qué no dirigirse al emprendimiento social, reclama el veinteañero. “Ahí está el gran cambio”.
La idea de Diego Aguinsaca, Carlos Canacuán y Fabricio Reyes de mejorar la vida de los invidentes no es única en el mundo, en Canadá y en España existen prototipos similares, pero HandEyes ha traspasado esa frontera y ahora ya es un producto.
Su sueño es salir a la calle y ver que las personas usan HandEyes y que miles de personas más pueden cambiar su vida gracias a su invento.
Diego está orgulloso de tener un producto de esta clase en América Latina. “Ya estamos en preventa y hay gente interesada en México, Argentina y Panamá”, dice alegre.
Ecuador, como muchos países de Latinoamérica exporta mayormente materias primas. Es el productor número uno del mundo de musa paradisiaca (nombre científico del plátano), pero quizá esa historia cambie, confía Aguinsaca.
“Nos sentimos muy gratos porque por primera vez desde nuestro país vamos a exportar tecnología”.Fuente: entrepreneur.com